Toda criatura viviente posee un lenguaje o una suerte del mismo. La mayoría de las especies, han evolucionado su comunicación mediante una serie de efectos sonoros, visuales o ambos. Ya sea por instinto o por conductas sociales, les ha servido para interactuar con su entorno.

La raza humana, a lo largo de su historia, ha creado una infinidad de complejos patrones de comunicación que van desde las señas, hasta sonidos; hemos aprendido a comunicarnos los unos con los otros desde la aparición de los primeros seres humanos.

Trata de imaginar un mundo en el que no había idiomas o palabras, ni mucho menos letras. Los peligros y la necesidad de protegerse y sobrevivir obligaron a los primeros humanos a emitir sonidos y hacer señas mediante los cuales se empezaron a gestar las primeras conversaciones. Más adelante, estos sonidos y patrones pudieron dar paso a palabras y con ellas, empezar a nombrar todo aquello que los rodeaba, creando entonces, diccionarios del entorno.

Por supuesto, deberás imaginar también, que estos humanos estaban agrupados en sitios específicos, antes de que las sociedades fueran nómadas. Cada grupo elaboró un método de comunicación y quizá, esa fue la base de los idiomas. Un cambio en el comportamiento de las sociedades se produjo cuando se vieron obligadas a moverse de un lado a otro en busca de alimento, lo que quizá condujo al encuentro con otros grupos con los cuales compartieron esos sonidos y señas, dando paso una primitiva forma de comunicación, al habla, al idioma.

Hoy tenemos claro el resultado.

Una de las más importantes formas de comunicación de hoy, es la escritura y es de ella que me sirvo para comunicar mis ideas, mis pensamientos y dar rienda suelta a mi imaginación.

Espero que disfrutes de este espacio, tanto como yo estoy disfrutando de nutrirlo.

Sean bienvenidos a mi mundo de fantasía, este que he creado para ustedes.

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